Intervención Psicoeducativa: Un Enfoque Integral para el Aprendizaje y el Desarrollo.

En el desarrollo humano el aprendizaje se manifiesta como un evento autónomo, representa una interacción continua y multifacética entre la persona, su sistema nervioso central, su entorno sociocultural y las estrategias didácticas efectuadas. En este contexto la intervención psicoeducativa adquiere un rol importante, integrando conocimientos de diferentes contextos disciplinarios con la finalidad de fortalecer el desarrollo y el bienestar.



¿Qué es la Intervención Psicoeducativa?

Grupo de técnicas y estrategias de acompañamiento que utiliza un profesional en psicología o psicopedagogía, con base en teorías del aprendizaje y del desarrollo evolutivo. Su propósito esencial es facilitar y mejorar el proceso de aprendizaje, por medio del desarrollo de habilidades cognitivas, sociales y emocionales.

Este enfoque se centra en fortalecer las capacidades, prevenir obstáculos y promover un desarrollo integral. De acuerdo con Fernández Barroso (2011) en su reconocimiento sobre la evolución de los modelos de intervención psicoeducativa, su desarrollo ha sido un reflejo de la comprensión de la complejidad del proceso de aprendizaje y sus múltiples factores influyentes.


Perspectivas de Interdisciplinariedad en la Psicoeducación

La fortaleza principal de la intervención psicoeducativa irradia en su habilidad para fusionar saberes multidisciplinarios, construyendo así un enfoque integral y personalizado que responde a la particularidad de cada persona, dentro de las cuales se encuentran diferentes perspectivas:

1. Constructivismo

Se postula que el conocimiento no sujeto a ser solo recibido, sino que es activamente construido por la persona a partir de sus vivencias y su interacción con el entorno. En este punto, la psicoeducación desarrolla intervenciones que empoderan al estudiante como el eje central de su propio aprendizaje, fomentando activamente la exploración, el descubrimiento y la reflexión crítica sobre los nuevos conocimientos. De esta forma, el profesional se convierte en facilitador u orientador, propiciando escenarios óptimos para que el estudiante construya su conocimiento.



2. Socioconstructivismo

Complementando los principios constructivistas, el socioconstructivismo o constructivismo social señala que el conocimiento es principalmente una construcción colectiva, regida por medio de la interacción social y el contexto cultural. Así, el aprendizaje se concibe como un proceso intrínsecamente social. Bajo esta representación, la psicoeducación fomenta activamente el aprendizaje colaborativo, el trabajo en equipo y el establecimiento de comunidades de aprendizaje. Reconoce, además, la influencia determinante del entorno familiar y comunitario en el desarrollo y la enculturación infantil (López Pérez, 2009; Alarcón Cebrián, 2012), integrando estos componentes sociales como pilares influyentes para el logro de sus intervenciones. Seguidamente, las habilidades sociales y la capacidad de forjar relaciones significativas se revelan como esenciales para el óptimo desarrollo cognitivo.



3. Pedagogía

La pedagogía como ciencia y arte de la enseñanza, enriquece la psicoeducación aportando las metodologías, estrategias didácticas y los principios esenciales para el diseño curricular. De esta forma, nutre de las herramientas necesarias para modificar los objetivos psicoeducativos en prácticas de aula efectivas y finamente adaptadas a cada etapa del desarrollo. Su aporte trasciende lo explícito del currículo, al considerar también el 'currículo oculto' (Acevedo Huerta, 2010), esos aprendizajes implícitos del entorno escolar que impactan significativamente el desarrollo y el rendimiento del estudiante, garantizando así una intervención más consciente y exhaustiva.

4. Psicopedagogía

La psicopedagogía, disciplina que fusiona la psicología y la pedagogía, es interdisciplinaria y un cimiento esencial de la intervención psicoeducativa. Su campo de estudio se centra en el proceso de aprendizaje y sus posibles dificultades, en el ámbito escolar, y en diversos contextos. Contribuye significativamente aportando desde su capacidad para diagnosticar necesidades específicas de aprendizaje, concebir planes de intervención personalizados y ajustar metodologías, logrando de esta manera alcanzar una integración efectiva entre la comprensión psicológica del individuo y las estrategias pedagógicas.

5. Neurociencias

Las neurociencias, y principalmente la neurociencia cognitiva (Maureira, 2010), transforman radicalmente la psicoeducación al ofrecer una visión profunda de los procesos cerebrales que subyacen al aprendizaje. Proporcionan un valioso conocimiento sobre la plasticidad cerebral, los complejos mecanismos de la memoria, la atención, el lenguaje y las emociones. Esta sólida base biológica facilita el diseño de intervenciones más precisas y eficaces, además de brindar respuestas a la efectividad de estrategias pedagógicas a nivel cerebral y cómo se pueden mejorar los procesos cognitivos desde una perspectiva biológica.

6. Neuropsicología

Como disciplina proveniente de las neurociencias, la neuropsicología centra su estudio en la interconexión entre el cerebro y la conducta, con un énfasis singular en las disfunciones o los desafíos inherentes al desarrollo. En el contexto psicoeducativo, su rol es imprescindible para la evaluación exhaustiva de perfiles cognitivos, la identificación de los fundamentos neurológicos de las dificultades de aprendizaje (como dislexia o TDAH) y la creación de intervenciones personalizadas, las cuales se diseñan para atender tanto fortalezas y las debilidades neurocognitivas de cada persona, reflejando la visión multifactorial de la Neuropsicopedagogía, de acuerdo Ruiz Aristizábal, García Carmona y Martínez Gómez (2016), primordial para una comprensión profunda del aprendizaje y sus desafíos.



Conclusión

La intervención psicoeducativa, enriquecida por la convergencia de estas diversas perspectivas, se constituye como una poderosa herramienta para descubrir y abordar la naturaleza del aprendizaje humano, comprendiendo la interacción en el desarrollo de la inteligencia y la personalidad, y de cómo el cerebro recibe y asimila el conocimiento en su entorno social y pedagógico, los profesionales están en la capacidad de diseñar estrategias que trasbordan las dificultades, permitiendo que cada estudiante explote su mayor potencial, fomentando un desarrollo cognitivo, social y emocional integral. 


by: Gissela Hernandez Muñoz

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